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Por utilizarlo, los choferes se exponen a multas de hasta 24 mil pesos. Los funcionarios de la Ciudad de Buenos Aires aseguran que la aplicación no cumple con la reglamentación del Código de Tránsito y Transporte, el cual no toma en cuenta la modalidad de contacto mediante Internet, SMS o e-mail.

Desde hace un buen tiempo, el transporte público urbano vive épocas de transformaciones en todo el mundo, y su protagonista excluyente es Uber, el servicio de choferes particulares que mantiene durísimos conflictos con los taxistas de México y París (la compañía ya tuvo que retirarse del mercado francés). Aún sin presencia en la Argentina, las compañías de radiotaxis ya apuntaron sus cañones contra Easy Taxi, una de las dos firmas que permitían tomar un taxi a través de una aplicación móvil.

La semana pasada el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires confirmó que, según la Ley 3622 de Código de Tránsito y Transporte, la única forma de utilizar el servicio de taxis en Buenos Aires es mediante un llamado a una firma de radiotaxis o al detener un vehículo autorizado en la calle. Por ende, Easy Taxi quedó inhabilitada para operar en la ciudad por cinco años.

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Operativo desde hace tres años, el conflicto siempre estuvo presente con Easy Taxi y Safer Taxi, otra de las firmas que tuvieron que asociarse con una empresa de radiollamadas para seguir operando en las calles porteñas. Las autoridades se atienen a la norma, y señalan que las compañías deben contar con una ubicación física para las oficinas, al menos 300 automóviles y respetar la tarifa de seis fichas por cada viaje otorgado. A su vez, dentro de este esquema señalan que no están contemplados los servicios de pedidos de taxi mediante otros medios, tales como Internet, SMS o mensaje de correo electrónico.

Los taxistas que utilizan Easy Taxi pueden ser tanto particulares como parte de una firma de radiotaxis, y la aplicación permite contactar de forma directa con los pasajeros según su ubicación geográfica. A su vez, no cuenta con cargos extra en el viaje realizado.

Las compañías de radiotaxi más conocidas, como son Premium y Alo se sumaron a la tendencia de ofrecer la reserva de vehículos mediante aplicaciones móviles, sin dejar de operar con el tradicional servicio de radiollamadas.

Con más de 6000 choferes registrados, los taxistas que usan Easy Taxi pueden enfrentar multas de hasta 24 mil pesos en caso de utilizarlo. Ante este escenario, la aplicación convocó a los usuarios a registrar su firma en un petitorio gestionado en el sitio Change.org dirigido al jefe de gobierno Horacio Rodríguez Larreta y al ministro de Transporte de la Nación, Guillermo Dietrich.

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Está en riesgo su funcionamiento, ya que se está prohibiendo su utilización para los taxistas y pasajeros en la ciudad de Buenos Aires. Los pasajeros no pueden perder su derecho a elegir pedir un taxi con esta aplicación ya que este es el método más fácil y confiable de solicitar taxis a través del celular“, afirma la compañía en el texto publicado en el petitorio, que ya cuenta con casi 10.000 firmas y que también es difundido desde notificaciones de la propia aplicación móvil.

Easy Taxi comenzó como una startup brasileña en San Pablo, y luego se expandió a todo el mundo. Recibió una inversión millonaria de Rocket Internet, un gigante alemán que ya estuvo detrás de diversos emprendimientos tecnológicos, como las tiendas de comercio electrónico Dafiti y Linio.

Fuente: La Nación